1.- El minimalismo es un estilo de vida.
Practicar el minimalismo debe convertirse en una rutina. Llevar una vida consumista nos alejará de nuestro propósito. El consumismo responde al impulso por adquirir bienes innecesarios. El minimalismo consiste en ejercer nuestro derecho a elegir con responsabilidad. Una compra responsable siempre nos traerá beneficios a largo plazo. Por el contrario, una compra influenciada por el deseo de consumo sólo satisfará la necesidad de inmediatez.
2.- El minimalismo se enfoca en los detalles.
El célebre arquitecto Ludwig Mies Van Der Rohe acuñó la frase "Dios está en los detalles". Efectivamente no estaba equivocado. Esto quiere decir que la grandeza está en la simplicidad. La elegancia es sobriedad. El minimalismo arquitectónico destaca la sencillez, lo básico. Un obsequio, por sencillo que sea, siempre será un detalle. Distinción y minimalismo van de la mano, en ocasiones la diferencia es la prolijidad.
3.- Minimalismo es optimización de recursos.
Esto se resume en un par de enseñanzas: menos es más, y, más vale calidad que cantidad. En administración optimizar significa reducir desperdicios. Esta práctica la podemos adaptar a nuestro estilo de vida. Por ejemplo, podemos reducir nuestro guardaropa. Deshacernos de las prendas que ya no utilizamos; tal vez a otra persona le puedan servir. Dejar de comprar bienes o productos de tercera o cuarta necesidad sería otra propuesta. En general se puede resumir en generar ahorro.
Existen varias máximas dentro de la mentalidad minimalista que podemos aplicar a nuestra vida. Por el momento espero que sirvan de algo estas tres propuestas que aquí menciono. Les deseo lo mejor.
Practicar el minimalismo debe convertirse en una rutina. Llevar una vida consumista nos alejará de nuestro propósito. El consumismo responde al impulso por adquirir bienes innecesarios. El minimalismo consiste en ejercer nuestro derecho a elegir con responsabilidad. Una compra responsable siempre nos traerá beneficios a largo plazo. Por el contrario, una compra influenciada por el deseo de consumo sólo satisfará la necesidad de inmediatez.
2.- El minimalismo se enfoca en los detalles.
El célebre arquitecto Ludwig Mies Van Der Rohe acuñó la frase "Dios está en los detalles". Efectivamente no estaba equivocado. Esto quiere decir que la grandeza está en la simplicidad. La elegancia es sobriedad. El minimalismo arquitectónico destaca la sencillez, lo básico. Un obsequio, por sencillo que sea, siempre será un detalle. Distinción y minimalismo van de la mano, en ocasiones la diferencia es la prolijidad.
3.- Minimalismo es optimización de recursos.
Esto se resume en un par de enseñanzas: menos es más, y, más vale calidad que cantidad. En administración optimizar significa reducir desperdicios. Esta práctica la podemos adaptar a nuestro estilo de vida. Por ejemplo, podemos reducir nuestro guardaropa. Deshacernos de las prendas que ya no utilizamos; tal vez a otra persona le puedan servir. Dejar de comprar bienes o productos de tercera o cuarta necesidad sería otra propuesta. En general se puede resumir en generar ahorro.
Existen varias máximas dentro de la mentalidad minimalista que podemos aplicar a nuestra vida. Por el momento espero que sirvan de algo estas tres propuestas que aquí menciono. Les deseo lo mejor.
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