Cinco razones para liberarse de las metas

Los propósitos de año nuevo son lugar común. Es lógico que al iniciar una etapa en nuestra vida anhelemos un cambio. Nos imponemos alcanzar metas, lograr objetivos, renunciar a malos hábitos, etc.

Constantemente escucho a motivadores hablar de: ¿cómo lograr mis metas?, ¿cómo tener éxito?

En lo personal no estoy de acuerdo con implantarme objetivos. Seguramente piensas que soy un mediocre. No lo soy. A contnuación van cinco razones por las que dejé de plantearme objetivos.

1.- Cuando una idea es impuesta dejamos de actuar con naturalidad.

Estoy seguro que la mayoría de nosotros hemos aspirado a un objetivo con tal de complacer a otra persona. Eso significa imposición. Si actuamos con sinceridad obtendremos bienestar en nuestra vida, sin tener que aspirar a objetivos inalcanzables.

2.- Si no logramos alcanzar nuestra meta u objetivo perderemos credibilidad en nosotros mismos.

Si te has impuesto una meta, sabrás que siempre aspiramos a lo máximo, de lo contrario pensarás que eres un mediocre. Alguna vez escuché que hay que tirarle al sol para darle a la luna. Eso quiere decir que siempre queremos más de lo que podemos obtener. Lo cual traduzco en decepción.

3.- Los objetivos y las metas tienen plazo. Estrés por añadidura.

Trabajar bajo presión nunca será recomendable. Sin importar que haya personas adictas al estrés. Vivir con tensión nos acarreará más problemas que satisfacciones. Si no cumplimos con el plazo impuesto nuestro objetivo se verá mermado.

4.- Las metas esclavizan.

Esta parte me fascina. Hay cierta metodología de trabajo que pugna por la "responsabilidad por resultados". Ser responsables en la medida de nuestras decisiones. Me viene a la mente un ejemplo: Hace tiempo conocí al mejor vendedor de espacios publicitarios de la sección amarilla en mi estado. Yo le pregunté cuál era el secreto. Él simplemente me dijo que no cumplía sus objetivos de ventas. "Yo sólo hago mi chamba. Voy a vender porque me gusta hacerlo". A esto me refiero cuando hablo de actuar con naturalidad.

5.- Las metas son espejismos.

Uno las alcanza en la medida de su conveniencia. Si algo te apasiona no lo haces por imposición sino porque lo deseas. Supongamos que logras superar un objetivo, inmediatamente vendrá otro. Las metas u objetivos vienen acompañados de mayores metas u objetivos. Es un deseo implacable. Ser conformista no es sinónimo de mediocridad, es sentirse satisfecho con lo que uno tiene. Disfrutar de ello. Las cosas buenas vienen cuando actuamos con pasión. Así nada más.