Quien decide iniciarse en el camino del desprendimiento y/o desapego, está destinado a convertirse en un outsider de la sociedad. Me explico: los ganadores tienen casas, autos, ipads, ropa de marca, viajan por todo el mundo. Los minimalistas no. He aquí un recuento de lo que perderás si decides recorrer el sendero del minimalismo:
- El gusto por la ropa cara y de diseñador.
- La pasión por tener los últimos gadgets.
- La afición de comer en restaurantes.
- La urgencia por poseer y acumular bienes materiales.
- El placer que causa comprar por impulso.
- La disposición a ser utilizado y manipulado por la mercadotecnia.
Cuando haces cambios radicales, casi de inmediato obtienes una forma distinta de ver y experimentar la vida.
Practica la lectura. Sal a la calle a caminar o correr. Escribe. Enfócate a experiencias simples, son las más valiosas. Medita, reflexiona. Trabaja con alegría. Evita acumular artículos innecesarios.
Seguramente hay aspectos de tu vida que deberás mejorar, pero evitar las preocupaciones y vivir sin apegos te permitirá estar enfocado en lo básico. Después de un tiempo de practicar el minimalismo te resultará curioso ver cómo te perciben los demás. Serás un bicho raro en contra del sistema, y tendrás el orgullo de pronunciar: soy minimalista.
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